En 1610 tras dirigir Galileo Galilei su telescopio de cincuenta aumentos descubrió las cuatro lunas de Júpiter, los posteriormente conocidos como ‘satélites galileanos’ y que nombró utilizando números romanos. Dado que en ocasiones aparecen alineados en el ecuador, optó por asignarlos en orden de cercanía al planeta. El astrónomo Simon Marius, al que deben su nombre actual estos satélites, reivindicó igualmente su descubrimiento por las mismas fechas, aunque no pudo aportar pruebas. Simon Marius quiso denominar colectivamente a estas lunas con el nombre de ‘Las Estrellas de Brandenburgo’ a lo que Galileo replicó con el nombre de ‘Estrellas medíceas’ en honor a los Médici, sus benefactores.