Hermano mayor de Napoleón Bonaparte, estudió derecho y se dedicó al comercio. Su hermano lo nombró rey de Nápoles y, luego, en 1808, de España, país al que se trasladó de inmediato. Cuando llegó a Madrid, España se encontraba sublevada a causa del motín del 2 de mayo, y apenas tuvo tiempo de instalarse, pues hubo de marchar presuroso ante la derrota francesa en Bailén. Tras la intervención del propio Napoleón, con el grueso del ejército francés, pudo establecer su gobierno en la capital del reino, pero sus medidas liberales e ilustradas toparon con la hostilidad popular, que lo hacía víctima de burlas respecto su supuesto alcoholismo (se le apodó Pepe Botella). Tras la batalla de los Arapiles, y ante el avance de Wellington, dejó Madrid, con gran cantidad de riquezas, según sus detractores, y se trasladó a Vitoria, donde se enfrentó al inglés y fue derrotado. Tras la caída de Napoleón, vivió en Estados Unidos y en Italia.